Alternativa cómoda y eficaz

 

Cuando pensamos en buscar apoyo psicológico o contar con un profesional que nos asesore, normalmente nos planteamos acudir a la consulta de un psicólogo. Sin embargo, la evidencia científica más reciente sugiere que la terapia telefónica resulta más eficaz que la presencial para algunas personas.

Aunque pueda parecer un concepto novedoso, la atención telefónica lleva años practicándose. Cada vez más personas descubren que es una forma de asistencia psicológica cómoda y eficaz, pudiendo encajar más fácilmente en sus ocupadas agendas.

 

Beneficios de la Terapia Online

 

 Ahorra tiempo

No es necesario desplazarse para ir a la consulta, por lo que se optimiza el tiempo, evitando problemas con el transporte público o buscando plaza de parking. En ocasiones se puede realizar incluso desde el lugar de trabajo, acudiendo antes a la oficina, durante la hora de la comida, o inmediatamente después de la jornada laboral.

 

Es cómoda

Se puede consultar con el/la psicólogo/a sin necesidad de arreglarse para salir y sentado cómodamente desde su propio salón o despacho. Además, el hecho de estar en un entorno conocido hace que para muchas personas resulte más fácil expresar emociones que en un lugar ajeno, en el que les cuesta más relajarse.

 

Más Flexible

Ofrece la posibilidad de llevar a cabo la sesión aunque uno se encuentre mal, o especialmente disgustado, ya que no requiere salir a la calle, prepararse o tener que disimular una mala cara tras llorar.

 

Más Continua

Las sesiones se pueden llevar a cabo aunque el cliente realice un viaje, esté de vacaciones o cambie de lugar de residencia.

 

Mayor Disponibilidad

Al dejar de lado la casuística del desplazamiento, es más probable que el/la psicólogo/a tenga más disponibilidad para atender una cita no programada previamente o cambios de cita en el último momento. Esto es especialmente útil en situaciones de emergencia, momentos en que uno no se encuentra bien y necesita a alguien al otro lado del teléfono, ha tenido un día difícil, ha surgido algo en su cotidianeidad con lo que le está costando lidiar, etc.

 

 

Fomenta el anonimato

Muchas personas se sienten más cómodas hablando con alguien que no les pone cara o sin ver al profesional. En muchas ocasiones, en especial cuando nos cuesta mostrar nuestras emociones, es más fácil desahogarse y hablar abiertamente de experiencias delicadas por teléfono que cara a cara.

 

Según los resultados del estudio llevado a cabo por la Northwestern University, el 90% de los pacientes con depresión que son atendidos por teléfono continúan con la terapia sin abandonarla, comparado con un índice de abandonos de un 50% en terapia presencial. Los investigadores también concluyeron que la terapia telefónica era igual de efectiva que la presencial en cuanto a la reducción de sintomatología depresiva.

 

 

La atención telefónica puede resultar apropiada, entre otras, cuando queremos:

  • mejorar nuestro estado de ánimo o potenciar el bienestar
  • aprender a gestionar mi estrés o ansiedad
  • superar mejor las dificultades a las que me enfrento
  • mejorar mis relaciones con los demás (pareja, hijos, compañeros de trabajo…), sacar a relucir la mejor versión de mi mismo y sentirme más seguro
  • saber controlar mi enfado
  • establecer metas y nuevos hábitos y lograr su cumplimiento, optimizar mi organización del tiempo y toma de decisiones, etc.
  • adquirir herramientas concretas para la educación de los hijos