Las personas no siempre estamos felices, como por ejemplo durante la crisis del Coronavirus. Es normal. En el camino existen momentos muy difíciles que afrontar, en el que descubrimos más de nosotros mismos y acerca de los demás. Nos preguntamos: ¿ cómo superar esos momentos de dificultad ? Intentemos realizar un ejercicio nuevo: ¿ y si observamos la realidad que experimentamos, la narramos y así desarrollamos la capacidad de afrontar lo que nos asusta ? Uf, ¡ menuda tarea os hemos dado ! ¿ Extraña ? Sí, pero eficaz. Se trata de ser el/la protagonista de tu propia vida. Si te conviertes en el guionista de tu vida, serás capaz de observar lo que sucede desde otra perspectiva. Imaginar diferentes realidades e ir más allá de tus límites.
A veces pensar que estamos haciendo lo correcto y que los demás de equivocan nos lleva a repetir una y otra vez lo mismo. Craso error. Se convierte en una trampa que nos bloquea en un espacio tiempo que es probable que no sea ni el actual, sino el pasado. En ese momento, acudir a tu visión de ti mismo desde fuera, te puede ayudar a superar momentos muy difíciles. Además de resolver ciertas dudas, por regla general, nuestra perspectiva cambia y por tanto, nosotros cambiamos nuestra realidad. Convertimos aquello que nos duele en algo más llevadero. De eso se trata en la vida, ¿ verdad ?
La fatal creencia de que tenemos que ser positivos y afrontar todos los problemas con positividad, no nos llevará a la solución rápida y eficaz del problema.
Cada vez que no escuchamos a nuestras emociones éstas se vuelven, como si de un boomerang se tratara, contra nosotros. Y, sin darnos cuenta, damos el primer paso para empezar a vivir tristes, sin esperanza y en incoherencia.
¿ Te han educado para ocultar o no mostrar frente a los demás lo que sientes ? ¿ Crees que es signo de debilidad ? ¿ Te han dicho que todo se resuelve con un sonrisa ?
Estar tristes o alegres no es lo importante, sino cómo gestionamos esos sentimientos. La cuestión es estar triste o alegre cuando realmente te sientes así. ¡ Permítete sentir ! ¡ Darnos el permiso para ser auténticos con nosotros mismos y dejar fluir nuestras emociones ! Pero siendo el narrador o narradora de esas emociones.
Si aceptamos cómo nos sentimos nos hacemos responsables solo a nosotros mismos. Ya no culpamos a nadie más por ello.
“Los sentimientos son parte de la vida, y no nacen dentro de ti para que tú los encierres con candado.”