La depresión desde la Terapia Breve Estratégica

 

La Depresión, normalmente, no es origen, sino lo secundario de otro trastorno. Aparece como consecuencia, efecto o reacción de otros trastornos y sus síntomas son abatimiento, faltas de ganas de hacer las cosas que antes te ilusionaban, falta de motivación, trastorno del sueño y del humor, rabia, lamentación constante, soledad, desesperación, confusión mental, falta de concentración, entre otros.  La depresión clínica no es simplemente una angustia, es también una tristeza o melancolía permanente. Nos lleva a sentirnos inútiles, sin esperanza; a veces, es posible que nos queramos dar por vencidos.

Sabemos que la depresión es la consecuencia a otros problemas: un duelo, una separación, hechos traumáticos, etc…

Casi todos nosotros hemos sentido alguna vez, una inmensa tristeza en nuestras vidas. Esto es normal. Incluso hay días que te levantas sin ganas de hacer las mismas cosas que antes te ilusionaban, pero si esta tristeza o actitud depresiva continúa en el tiempo, busca ayuda. Sentir tristeza es normal, estar deprimido no lo es, pero tiene solución.

La depresión es una enfermedad tratable. Con ayuda y apoyo se puede curar.

 

Según Giorgio Nardone la depresión es la siguiente:

“La depresión no es un trastorno en sí mismo, sino un trastorno que es efecto de otras problemáticas. La palabra depresión indica “bajada”, sirve para indicar la reacción que tiene un individuo cuando hay algo que no funciona en su vida. La depresión no nace de la nada, es el resultado de los fracasos, de la desilusión. Nace siempre a partir de algo que, por lo que sea, provoca esa derrota y , entonces, la persona se rinde.

 

Tipos de depresión: 

 

Con uno mismo/a

Si la desilusión es por uno mismo/a, creeremos que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos sin barajar otras variables, como el tiempo, otras responsabilidades, etc…Por tanto, si eso no se consigue y se tiene la prueba concreta de no ser lo que pensabas, renuncias rindiéndote y te sientes deprimido/a. 

¿ Cómo te ayudaremos ? A través de un lenguaje persuasivo e hipnótico provocaremos una experiencia emocional correctiva. Recibirás  prescripciones con una estrategia concreta para tu caso y cambiaremos el enfoque hacia la solución de tu problema.

 

Por los demás

A veces, podrías tener la utopía positiva de pensar que tus problemas son por demás. Te han decepcionado, no tienen ética, son superficiales, etc….Y por ese motivo, te sientes desmotivado/a y cansado/a. Al final, renuncias y te rindes. ¿ Cómo ? Delegas en los demás la solución a tu propio problema. Responsabilizas a los otros de tu propio problema.

¿ Cómo te ayudaremos ? A través de un lenguaje persuasivo e hipnótico provocaremos una experiencia emocional correctiva. Recibirás  prescripciones con una estrategia concreta para tu caso y cambiaremos el enfoque hacia la solución de tu problema.

 

Moralista

Pensamiento de utopía negativa que se mantiene:  yo estoy en lo cierto y son los demás los que están equivocados. Tendría que ser diferente, te dices una y otra vez. Cuando esta creencia se rompe por algún motivo, renuncias a efectos prácticos, pero tu pensamiento continúa pensando que el mundo debería ser diferente.

¿ Cómo te ayudaremos ? A través de un lenguaje persuasivo e hipnótico provocaremos una experiencia emocional correctiva. Recibirás  prescripciones con una estrategia concreta para tu caso y cambiaremos el enfoque hacia la solución de tu problema.

 

Radical

Sientes que siempre has estado equivocado/a y los demás están en lo cierto. Intentas solucionar el problema renunciando y delegando al mismo tiempo.

¿ Cómo te ayudaremos ? A través de prescripciones y una estrategia concreta para tu caso, cambiaremos el enfoque hacia la solución de tu problema.

 

Cuando alguien acude a terapia, en la mayoría de las ocasiones, previamente ha intentado resolver su problema mediante sus propias estrategias y métodos predeterminados una y otra vez sin llegar a resolverlo.

 

Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes. Khalil Gibran

 

Sin embargo, si cruzamos la barrera temporal y ese estado de ánimo de tristeza profunda nos invalida en nuestro día a día, quizás hemos renunciado por falta de recursos para gestionar el cambio.

Aparecen dificultades de concentración, dudas recurrentes, confusión e indefensión, desánimo, desesperación, llanto, irritabilidad, impaciencia o apatía.  No disfruta con con nada. Incluso pueden presentar trastornos del sueño, alimentación y ansiedad.

 

Goethe, “La renuncia es un suicidio cotidiano”.

 

Fuente: De “Las caras de la depresión”. Emanuela Muriana, Laura Pettenò y Tiziana Verbitz. Herder Editorial)