Claves sobre el Síndrome de Burnout

¿ Quemado/a por el trabajo ?

 

La OMS reconoce como enfermedad el burnout o “síndrome de estar quemado”

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha procedido al reconocimiento oficial del burnout o “síndrome de estar quemado” o de desgaste profesional como enfermedad tras la ratificación de la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), aprobada el pasado año y cuya entrada en vigor se ha fijado para el próximo 1 de enero de 2022. Nos advierten los expertos  que este síndrome afecta al 10% de los trabajadores.

 

El término «burnout» fue acuñado por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, en su libro “Burnout: The High Cost of High Achievement” Por lo general, el trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas. A ello se suma la pérdida de habilidades para la comunicación. La persona que lo sufre siente una presión interna o externa, aumenta su sensación de angustia que le aboca hacia una condena que le bloquea y finalmente tira la toalla. Desemboca en la mayoría de las ocasiones en una Depresión y un Trastorno Ansioso depresivo.
Nos encontramos ante un síndrome habitual en el que la mayoría de las veces lo suelen padecen trabajadores más responsables y eficientes, portadores de sobrecarga laboral por dichos motivos. También hay otras ocasiones en los que la estructura de la propia organización de la empresa influye en su causa.
¿ Aceptas todas las tareas o cargas que te propinen sin poner límite ? ¿ Miedo a decir «NO» por las represalias ? ¿ Antepones dicha carga a tu propio bienestar ?

Hoy vamos a prevenir el burnout desde la Terapia Breve Estratégica: consejos saludables

 

Desde la Terapia Breve Estratégica, creamos un clima agradable y cómodo en el que la persona comienza a dar el primer paso de su propia transformación, a través del dialógo estratégico, para convertir todos sus límites en recursos y que sienta que es el verdadero protagonista de su propio cambio. Por tanto, le ayudamos a:

 

1.- Aprender a poner límites

Cuando nos sentimos frustrados y no sabemos cómo avanzar, es importante dar el primer paso y salir del tornado. ¿ La solución está en ti o no ? ¿ Quieres seguir frustrado o quieres dar con la solución ? ¿ Resignarte o aceptar ? Pongamos límites. ¿ Cómo ? La asertividad consiste en conocer los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás; tiene como premisa fundamental que toda persona posee derechos básicos o derechos asertivos. Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la pasividad, que consiste en permitir que terceros decidan por nosotros, o pasen por alto nuestros derechos; y por otro lado tenemos la agresividad, que se presenta cuando no somos capaces de ser objetivos y respetar las ideas de los demás.

 

2.- Aprender a gestionar la situación

La realidad del problema que conforma la persona con depresión es de renuncia ante problemas u obstáculos de su vida. Por otro lado, delegan su problema a los demás, sobre todo a las personas más cercanas; su familia. La delegación del problema conlleva un empeoramiento de su problema. Y por último, sentirse víctima de su estado. Se trata de un bucle: renuncia, delegación y sentimiento de víctima. Todo ello, origina una sensación mayor de malestar y fracaso personal, porque la persona se paraliza, pospone decisiones, todo sigue igual y se deprime aún más.

 

Cada uno construye aquello que luego sufre. La realidad no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con aquello que nos sucede.

 

  • Relacionarse con los demás y participar en actividades.
  • No te esfuerces en ser feliz. Intenta darte un espacio para tu tristeza, concéntrate en las cosas que te hacen sufrir.
  • Come una dieta equilibrada.
  • Hacer ejercicio físico.
  • Proponerse objetivos realistas e intentar cumplirlos.
  • Dormir las horas que puedas, pero dormir.

 

3.- Aprender a gestionar las emociones

 

Cada vez que no escuchamos a nuestras emociones éstas se vuelven, como si de un boomerang se tratara, contra nosotros. Y, sin darnos cuenta, damos el primer paso para empezar a vivir tristes, sin esperanza y en incoherencia.

¿ Te han educado para ocultar o no mostrar frente a los demás lo que sientes ? ¿ Crees que es signo de debilidad ? ¿ Te han dicho que todo se resuelve con un sonrisa ?

 

Estar tristes o alegres no es lo importante, sino cómo gestionamos esos sentimientos. La cuestión es estar triste o alegre cuando realmente te sientes así. ¡ Permítete sentir ! ¡ Darnos el permiso para ser auténticos con nosotros mismos y dejar fluir nuestras emociones ! Pero siendo el narrador o narradora de esas emociones.

 

Si aceptamos cómo nos sentimos nos hacemos responsables solo a nosotros mismos. Ya no culpamos a nadie más por ello. 

“Los sentimientos son parte de la vida, y no nacen dentro de ti para que tú los encierres con candado.”