«Pensar en positivo para superar el dolor produce el efecto contrario» .- Giorgio Nardone

La intensidad emocional sostenida en el tiempo y especialmente cuando es de valencia negativa resulta abrumadora. De ahí que todos, de vez en cuando, necesitemos unas vacaciones emocionales.

 

Las vacaciones son sinónimo de olor a sal, luz, felicidad… ¿ Y si no siento felicidad ? ¿ Cómo voy a gestionar todas esas emociones ?, nos preguntan. Los anuncios de familias felices en vacaciones, sentimientos de alegría, ¿ cómo sobrevivir a ello y no morir en el intento ?, entre sollozos nos comentan en la consulta.

 

Para algunas personas, las Vacaciones de Verano son sinónimo de infelicidad y sufrimiento. Resulta curioso que cuanto más nos obligamos a ser felices, más infelices nos sentimos.

 

El ideal de Vacaciones de Verano no existe. Es más, ese mismo idea es el que, a veces, nos lleva a dicha infelicidad. Como dice Giorgio Nardone: “Tratar de controlar nuestras propias reacciones sin conseguirlo es el guión que conduce a la esclavitud del miedo.” Pensar que hay que vivir las Vacaciones de Verano desde una posición de alegría es un pensamiento rígido porque cada persona tiene su momento vital y debe ser respetado.

 

Cuando hacemos un gran esfuerzo físico, el cuerpo se agota. Cuando trabajamos en exceso, la mente pide descanso. Y lo mismo sucede con las emociones. Sentir en exceso y de una forma continuada también consume nuestra energía y nos desgasta Por ello, es tan necesario tomarse unas vacaciones emocionales de vez en cuando.

 

Vacaciones emocionales vs Vacaciones de Verano ¿ Qué te parece el trato ?

 

Nos enseñan, desde pequeños, que las Vacaciones son algo mágico, bonito y muy excitante. Sin embargo, a medida que crecemos nos planteamos: ¿ por qué tengo que hacer lo que los demás quieren ?  ¿ Por qué no me siento feliz en Vacaciones ? Si te cuestionas tu propia felicidad, por favor, te invitamos a realizar un experimento con nosotros. ¿ Te atreves ?

 

 

Experimento para las Vacaciones emocionales 

 

  • Imagina que tienes una cajita con un candado. En cuanto te venga el pensamiento de angustia, pon ese pensamiento en una cajita y ciérralo con el candado. De aquí a un tiempo, lo vuelves a abrir y lo vuelves a cerrar. Así sucesivamente….
  • Escribe una vez al día la rabia que sientas.

 

 

 

¡ Permítete vivir tus Vacaciones de Verano como la sientas y desees y apuesta por unas vacaciones emocionales !