La mujer en el mundo laboral a menudo enfrenta desafíos únicos, como la discriminación de género y la brecha salarial. Uno de estos desafíos es la adicción al trabajo, en la que las mujeres pueden sentir una necesidad irrefrenable de trabajar incluso cuando esto afecta negativamente su salud física y mental, así como sus relaciones personales y su calidad de vida.
Existen diferencias de género en los trastornos adictivos y que es importante reconocerlas y ofrecer tratamientos adecuados. Según [1], una de las causas identificadas es la sobrerrepresentación del género masculino, los abordajes terapéuticos suelen encontrarse sesgados y resultan poco funcionales para las mujeres.
En este artículo, exploramos los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo laboral y cómo superar la adicción al trabajo.
¿ Qué es la adicción al Trabajo ?
La adicción al trabajo es un trastorno en el que una persona se obsesiona con el trabajo y siente una necesidad irrefrenable de trabajar, incluso cuando esto afecta negativamente a su salud física y mental, así como a sus relaciones personales y su calidad de vida.
La adicción al trabajo se caracteriza por un patrón de comportamiento obsesivo en el que la persona pasa excesivas horas trabajando, incluso en el tiempo libre, y experimenta ansiedad o estrés cuando no está trabajando. Pueden negarse a tomar vacaciones o descansos y tienen dificultad para desconectar del trabajo, incluso cuando se encuentran fuera del lugar de trabajo. La persona puede sentir una sensación de autoestima y logro al trabajar, pero esto se ve acompañado de una serie de problemas en su vida personal y relaciones.
Es importante tener en cuenta que la adicción al trabajo no es reconocida como un trastorno mental oficial por la mayoría de las organizaciones médicas, pero es considerada un trastorno relacionado con el estrés laboral. Sin embargo, es importante buscar ayuda si sientes que tu obsesión por el trabajo está afectando negativamente tu salud física y mental, así como tus relaciones personales y calidad de vida.
Los síntomas de la adicción al trabajo incluyen:
- Priorizar el trabajo por encima de las relaciones personales y la vida familiar.
- Pensar constantemente en el trabajo, incluso cuando no se está en el trabajo.
- Negarse a tomar vacaciones o descansos.
- Trabajar excesivas horas, incluso en el tiempo libre.
- Experimentar ansiedad o estrés cuando no se está trabajando.
- Negarse a delegar tareas o responsabilidades.
- No poder desconectar del trabajo, incluso cuando se está fuera del lugar de trabajo.
- Negarse a tomar días libres enfermedad.
- Negarse a dejar de trabajar incluso cuando se está enfermo.
- Sentir una necesidad irrefrenable de trabajar para lograr una sensación de autoestima y logro.
Es importante tener en cuenta que la adicción al trabajo puede tener efectos negativos en la salud física y mental, así como en las relaciones personales y la calidad de vida. Si sientes que tienes síntomas de adicción al trabajo, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
La terapia breve estratégica (TBE) es un enfoque terapéutico que se centra en ayudar a las personas a resolver problemas específicos de manera rápida y efectiva. En el caso de la adicción al trabajo, la TBE puede ayudar a las personas a identificar las causas subyacentes de su comportamiento y desarrollar estrategias para cambiarlo.
La TBE se centra en el presente y el futuro, y no se preocupa por el pasado o los problemas subyacentes. El terapeuta ayudará a la persona a establecer metas claras y a desarrollar un plan para alcanzarlas. A menudo, se utilizan técnicas de resolución de problemas y de modificación de conducta para ayudar a las personas a superar su adicción al trabajo.
La TBE también se centra en ayudar a las personas a desarrollar habilidades para manejar el estrés y la ansiedad, lo que puede ayudar a prevenir la recaída en la adicción al trabajo. El terapeuta puede ayudar a las personas a aprender técnicas de relajación, a establecer límites claros y a desarrollar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Es importante tener en cuenta que la TBE es una terapia a corto plazo, por lo que generalmente se requieren solo unas pocas sesiones para resolver el problema. Sin embargo, es posible que algunas personas necesiten seguir recibiendo terapia a largo plazo para evitar la recaída.