La adolescencia es una etapa de transición crucial en la vida humana, que ocurre entre la niñez y la adultez. Este periodo, que generalmente comienza alrededor de los 13 años y se extiende hasta los 19 o incluso principios de los 20, se caracteriza por una serie de cambios físicos, emocionales, psicológicos y sociales significativos.

Los adolescentes comienzan a experimentar un rápido desarrollo corporal, un crecimiento acelerado y una serie de cambios hormonales asociados a la pubertad. A nivel emocional y psicológico, empiezan a buscar su propia identidad, valores y creencias, mientras que a nivel social, empiezan a poner un mayor énfasis en sus pares y a buscar una mayor independencia de sus padres.

Estos cambios, aunque son una parte esencial del desarrollo humano, pueden llevar a desafíos y tensiones, tanto para los adolescentes como para aquellos que los rodean. El conflicto con los padres, la presión de los compañeros, los desafíos académicos y la lucha por la identidad y la autonomía son problemas comunes que pueden surgir durante esta etapa.

Es importante entender la adolescencia como un periodo de crecimiento y desarrollo, así como de exploración y aprendizaje. Al apoyar a los adolescentes en este viaje, podemos ayudarlos a desarrollarse en individuos saludables, seguros y resilientes.

En psicología, existen varios fenómenos que continúan asombrando a los expertos. Uno de ellos es el motivo por el que, a partir de los 13 años, los adolescentes tienden a ignorar la voz de su madre. Este fenómeno, más que una simple casualidad, es un proceso natural y necesario para el desarrollo del individuo. Para entenderlo mejor, podemos utilizar el marco de la Terapia Breve Estratégica (TBE).

La Terapia Breve Estratégica es un modelo de terapia que se enfoca en la resolución de problemas de manera rápida y efectiva, prestando atención a la dinámica del problema en lugar de buscar profundizar en sus raíces históricas. Para comprender el fenómeno de la desconexión adolescente de la voz materna, es esencial considerar el sistema y la dinámica en los que se está produciendo.

A medida que los niños crecen, su necesidad de autonomía e independencia aumenta. Al llegar a la adolescencia, la desconexión de la voz materna es una forma de experimentar y afirmar esta autonomía. De acuerdo con la teoría del desarrollo evolutivo, este fenómeno es completamente normal y saludable. Sin embargo, el grado en que sucede y cómo se maneja puede variar dependiendo de la dinámica familiar.

Según la Terapia Breve Estratégica, este desafío puede verse como un ‘problema a resolver’ más que como un ‘trastorno a tratar’. Para hacerlo, tanto el adolescente como la madre deben ser conscientes de esta dinámica y aprender a comunicarse de manera que promueva la autonomía del adolescente al tiempo que mantiene un canal de comunicación abierto y respetuoso. En lugar de insistir en ser escuchada, la madre puede aprender a adoptar diferentes formas de comunicación, utilizando preguntas abiertas y evitando imposiciones, lo que permite al adolescente sentirse más escuchado y respetado.

Por otro lado, los adolescentes deben entender que buscar independencia no implica necesariamente desconectarse completamente de la orientación materna. Los adolescentes pueden aprender a apreciar el apoyo y la orientación de su madre mientras exploran su propia identidad y autonomía.

Es importante recordar que cada familia y cada individuo es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. El propósito de la Terapia Breve Estratégica es proporcionar herramientas para que las familias y los individuos puedan encontrar sus propias soluciones y estrategias para superar los desafíos que enfrentan.

En resumen, la ciencia nos muestra que la desconexión de los adolescentes de la voz materna es un proceso evolutivo normal en la búsqueda de autonomía. La Terapia Breve Estratégica nos ofrece un marco y herramientas para manejar este desafío de una manera que fomente la autonomía del adolescente y mantenga un ambiente familiar saludable y respetuoso.