Escribir ayuda y mucho. Poner por escrito las emociones es un ejercicio de compromiso con uno mismo. Dejar fluir las emociones, liberar  sentimientos y pensamientos, convertir esas pulsiones en palabras escritas, sea sobre el papel o en la pantalla del ordenador, es dar el primer paso hacia tu bienestar emocional.

 

De hecho, muchos de nosotros contamos con un diario desde pequeños como «remedio» contra las preocupaciones, una especie de «catarsis» para limpiar nuestra alma.

 

«Escribir es la manera más profunda de leer la vida.» Francisco Umbral.

 

Numerosos estudios avalan que la escritura favorece cerrar aquellas heridas que tanto nos duelen. Por tanto, la escritura cura. Con la escritura se produce un efecto de vaciado de pensamientos nocivos sin la tan esperada respuesta inmediata de un interlocutor. Eres tú mismo frente a la hoja en blanco. Eres mucho más sincero para mostrar tus emociones. Te centras sólo en ti. “El proceso cognitivo de organizar lo que uno piensa para escribirlo, tiene un efecto calmante. Puede producir relajación física, bajada de la presión arterial, caída del ritmo de respiración y mejora del sueño, según los estudios”, afirma Nancy P. Morgan, directora del programa de Artes y Humanidades del Centro Oncológico Integral Lombardi, de la Universidad de Georgetown, en Washington.

 

En nuestra Consulta proponemos la escritura como método para afrontar problemas. A través de ella, conseguimos que la persona acepte lo inevitable. Ésta descubrirá que, si busca el miedo voluntariamente, éste se desvanece; si lo alimenta deliberadamente lo anula, es decir, se trata de «apagar el fuego añadiendo leña». Es un alivio expulsar de la cabeza pensamientos oscuros que hacen daño.

 

 ¿Quieres mejorar tu bienestar personal y no sabes por dónde comenzar? Te invitamos a dar el primer paso. Expresa tus preocupaciones, frustraciones o temores. Al escribir nuestros pensamientos liberamos tensiones. Nos permite meditar con calma los pensamientos y soltarlos. El escribir calma la ansiedad que sentimos cuando tenemos un problema. Se ha comprobado que el escribir, controla la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico.