¿Qué es la fobia de impulsión?

 

La fobia de impulsión puede presentarse sola o formar parte de un TOC. En ambos casos supone que una persona siente un miedo intenso a dejarse llevar por algún impulso agresivo.

 

La fobia de impulsión es el miedo a seguir un impulso, perder el control y hacer daño a los demás o a uno mismo. Algunas clasificaciones diagnósticas consideran la fobia de impulsión como una variante del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Se trata de un pensamiento intrusivo que invade la mente del sujeto. De manera que este realiza algún tipo de comportamiento o pensamiento (compulsión) para bajar la ansiedad que ese pensamiento le provoca. A continuación se explica cómo identificar la fobia de impulsión y cómo se trata.

 

Ya lo advirtió Nelson Mandela al decir que “nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite”, que “es nuestra luz, no la oscuridad, lo que más nos asusta”

 

¿Cuáles son los impulsos más frecuentes?

Las personas que acuden a consulta y son diagnosticadas con fobia de impulsión refieren pensamientos que implican hacerse o hacer daño. De igual modo, les asaltan pensamientos sobre hacer daño a sus familiares (pareja, padres o hijos). Por ejemplo, tirarse por el balcón, dar un volantazo con el coche mientras conducen por la autovía o lanzarse al metro. En todos los casos, se observa en el paciente una fusión entre pensamiento-acción. El proceso de desarrollo de la fobia de impulsión es:

 

  • La persona tiene un pensamiento o imagen en donde se “ve” llevando a cabo un impulso y perdiendo el control de sí misma.
  • Ese pensamiento o imagen se valora como catastrófica
  • Por ello, la persona pone todos los recursos psicológicos que tiene para “borrar” esos pensamientos o imágenes. Como la focalización en el pensamiento es una estrategia errónea, la angustia se dispara. Por lo tanto, los pensamientos anticipatorios se hacen todavía más poderosos.
  • Como no se puede controlar el contenido de los pensamientos, refuerza el poder de la idea que alude a la pérdida de control, intensificando la sensación de miedo.

 

¿ Cómo aborda el problema la Terapia Breve Estratégica ?

 

La persona sufre unos niveles elevados de ansiedad e intentan resolverla por ellos mismos. El pánico es tan grande que, finalmente, acudís a un terapeuta.

 

Sin embargo, cuanto más intentamos controlar de forma racional el miedo –que es irracional–, más se alimenta.

 

Dichas maneras de resolver racionalmente el problema produce que se agrave. ¿ Qué suelen hacer ? intentar controlar ese pensamiento e intentar averiguar la causa del porqué viene a ellos. Así buscan la respuesta que no obtienen y consiguen empeorar, en lugar de mejorar.  Por lo tanto,  más y más ansiedad o  evitan el pensamiento. Dudan si son capaces o no y evitan pensar. Pero pensar en no pensar es pensar y evitando más aumenta el pensamiento obsesivo. Una situación así activa los tres pilares del miedo:

1.- Evitación. Quiero evitar y más recurrente se vuelve el pensamiento

2.- Control. Proceso racional para solucionar y calmarlo. Empeora más, y se mantiene en el tiempo.

3. Ayuda. Intentamos ayudarnos o tomar precauciones para que aquello no suceda. Cada vez que lo intentas, más alimentas el miedo.

 

El abordaje de este problema tiene que ser desde una perspectiva diferente y no racional.

 

Si la lógica racional no ayuda, es abordarlo desde la lógica no racional. ¿ Cómo funciona el problema ? Hablamos el mismo lenguaje para abordarlo. Si evitas el pensamiento, tendrías que enfrentarte a él.

 

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