Nos encontramos ante un reto de «Resiliencia» o la capacidad de superar circunstancias traumáticas. Momentos de incertidumbre que generan miedo. Y dicho miedo que puede ser una reacción necesaria y adaptativa es generada por la propia persona para superar un peligro. Sin embargo, ese sentimiento llevado al extremo puede llevarnos a un bloqueo emocional que no nos permita buscar soluciones desde otras perspectivas. La huella que dejará en nosotros dependerá de cómo pueda gestionar la situación.
Síntomas:
- Ansiedad
- Depresión
- Nerviosismo
- Agitación
- Autocomprobación de los síntomas.
- También el miedo a contraer el virus, la preocupación por los familiares, la desconfianza ante el sistema sanitario y político
- Además, podemos tener dificultad para conciliar el sueño, de concentración y estrés postraumático.
La palabra “resiliencia” está en boca de todos hoy en día. Pero, ¿ qué es exactamente la resiliencia ?
De hecho, el término “resiliencia” se usaba en sus orígenes en el terreno de la física de los materiales y califica la actitud de un cuerpo para recuperar su forma original tras deformarse bajo presión. ¡ Magnífica imagen de lo que es ! Por tanto, lo que nos dice la física lo traducimos por la capacidad que tiene una persona de lograr una adaptación positiva ante sucesos estresantes y traumáticos.
¿ Es una capacidad que viene dada por nacimiento ? ¿ Se puede adquirir con el paso del tiempo ?
Las personas disponemos de una plasticidad neuronal con una capacidad extraordinaria para enfrentarse eficazmente a muchos hechos estresantes. Por consiguiente, la resiliencia no solo se encuentra a disposición de unos pocos, sino por el contrario es cosa de todos. Ahora bien, la posibilidad de desarrollar actitudes resilientes está relacionada con factores individuales – capacidad de ver oportunidades en lugar de límites, emociones positivas como la gratitud y comunicativas y ambientales – relacionados con el contexto en el que se encuentra la persona.
La hormiga puede devorar al elefante si juega bien sus cartas. -Proverbio chino
Dar el primer paso hacia:
• Toma de consciencia sobre necesidades, capacidades y limitaciones.
• Aceptación de la vulnerabilidad.
• Potencialidad creativa.
• Aprendizaje de la experiencia vivida.
• Flexibilidad ante cambios o situaciones difíciles.
• Relativizar y ver con perspectiva el momento vital.
La Terapia Breve Estratégica será eficaz para conseguir emerger la resiliencia de la persona, es decir, para activar los recursos y permitiendo recuperar la capacidad de vivir el presente y proyectar un futuro, archivando los recuerdos traumáticos.
Todas las personas tenemos el don de seguir con nuestras vidas aún más fuertes si cabe.
Las personas más resilientes tienen un mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, más autoestima, que les permite tener una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos.
La Terapia Breve Estratégica te ofrece las herramientas necesarias para aliviar el dolor.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es cuestión de elección