¿ Qué es la autolesión ?
La autolesión, también conocida como autolesión deliberada o autoagresión, es una práctica consistente en la producción intencionada de heridas sobre el propio cuerpo, comúnmente realizadas sin intenciones suicidas (Wikipedia).
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), en su cuarta versión, consideraba las conductas autolesivas exclusivamente como un síntoma del trastorno límite de la personalidad, no obstante, en su quinta versión se le ha considerado como una condición independiente con su propia sintomatología. Sin embargo, no se descarta que ésta puede presentarse en comorbilidad con otros trastornos como los del estado de ánimo, los de ansiedad, los alimenticios y el trastorno límite de la personalidad (Whitlock, Eckenrode & Silverman, 2006).
La formas de autolesión más comunes son cortes o arañazos en la piel con cualquier cosa que pueda sacar sangre, como navajas de afeitar o incluso clips sujetapapeles y tapones de bolígrafos. Sin embargo, hay personas que también se lastiman mediante quemaduras, tirones de piel y heridas, o golpes. Normalmente empiezan alrededor de la pubertad.
“La sensación de dolor auto infringido se transforma lentamente en un estremecimiento de placer irresistible”.- Giorgio Nardone.
Señales de autolesión
Si sospechas que tu hijo/a se autolesiona pero no estás seguro, alerta a estas señales:
- Hablar de autolesionarse
- Cicatrices sospechosas
- Heridas que no se sanan o empeoran
- Cortes en el mismo lugar
- Aislamiento cada vez mayor
- Guardar herramientas afiladas tales como trozos de vidrio, alfileres, cortauñas, etc.
- Vestir camisas de manga larga aunque haga calor
- Evitar actividades sociales
- Ponerse muchas tiritas
- Negarse a usar los vestidores o a cambiarse de ropa en la escuela
El/la adolescente trata de sentir un sentimiento de alivio momentáneo ( dolor o placer) producido en parte por la distracción que supone el dolor físico, el cual permite desenganchar la atención de ideas abstractas y recuerdos que resultan aún más dolorosos. la liberación natural de endorfinas al lesionarse puede ocasionar sentimientos agradables, lo que podría reforzar la conducta auto-lesiva. Sin embargo, dicha teoría no es del todo aceptada ya que la ANS suele relacionarse más con una forma de reforzamiento negativo (eliminar los sentimientos negativos) más que un reforzamiento positivo (causar placer o sentimientos positivos). (Klonsky, 2007).
Las funciones más diversas son:
1. Alivio en intensidad emocional
2. Decremento en emociones negativas
3. Obtener sensaciones
4. Auto-castigo
5. Aislamiento
¿ Cómo trata la Terapia Breve Estratégica el problema de autolesión ?
Bien, en primer lugar, cabe mencionar que en ningún momento los adolescentes pretenden llamar la atención. Se infringen dolor para evitar, bien otro dolor o por placer a modo de rebeldía. Así pues, en lugar de utilizar la base de estos acercamientos terapéuticos en aplazar constantemente el momento de la autolesión hasta conseguir que no se produzca, desde la Terapia Breve Estratégica se aborda el problema de forma distinta. Nos preguntamos: ¿ de qué dolor quiere escapar ?. ¿ Cómo las personas alimentan su propio problema a través de todo lo que ponen en práctica para resolverlo? A partir de ahí, ponemos en marcha la mejor estrategia personalizada.
Esta figura es tomada del libro “Hartarse, vomitar, torturarse”, escrito por Giorgio Nardone y Matthew D. Selekman con el fin de mostrar, de manera más clara, cómo se estructura esta patología.
Fuente: El arte de amargarse la vida. Paul Watzlawick. 1984, Pienso, luego sufro: Cuando pensar demasiado hace daño. El arte del cambio. Barcelona: Herder. Nardone, G. (2003). Más allá del miedo. Madrid: Paidós. Nardone, G. (2004). El arte de la estratagema. Barcelona: RBA Integral. Nardone, G. y Portelli, C. (2006). Conocer a través del cambio. Barcelona: Herder. Nardone, G. y Salvini, A. (2006). El diálogo estratégico. Barcelona: Ediciones RBA. Miedo, pánico, fobias: la terapia breve, Editorial Herder 2009, Nardone. No hay noche que no vea el día: la terapia breve para los ataques de pánico, Herder 2012, Nardone.