Después del Verano, el estrés irrumpe de golpe en nuestras vidas. Pero no llegará solo, sino con el descenso de las temperaturas, la lluvia, los cambios horarios y la rutina. Con todos estos cambios, podemos sentir una extraña y molesta sensación que es conocida como astenia otoñal.
Al otoño le acompañan la disminución de horas de sol y un descenso de las temperaturas. Durante el período de adaptación hay personas que sufren «astenia otoñal» o depresión otoñal debido, principalmente, a la propia respuesta del organismo ante el cambio de estación. Puede que las alteraciones, tanto en nuestro estado de ánimo como en nuestro propio biorritmo, dure una semana o semana y media y, como mucho, quince días.
Síntomas
- Cansancio
- Trastorno alimenticio
- Apatía
- Mal humor
- Falta de sueño o dormir demasiado
- Tristeza
- Falta de interés o placer por actividades habituales
- Irritabilidad
El mejor tratamiento es la prevención. Para ello, existen una serie de recomendaciones que pueden evitar la aparición de la astenia en otoño:
Cómo afrontar la Depresión otoñal
Quizás la persona que sufre astenia ha intentado ya diferentes fórmulas para cambiar su estado temporal de tristeza: animarse, hacer cosas, mantenerse activos, tomar decisiones…Sin embargo, no ha funcionado. En nuestro Centro de Psicología tratamos, en primer lugar, de ubicar el espacio-tiempo de forma correcta para que la persona construya su propia nueva realidad. El “aquí y ahora” es esencial para lograr que la realidad sufrida, nos lleve a su nueva realidad construida.
- Mantenerse ocupado es esencial para volver a ver las cosas con mayor perspectiva.
- Relacionarse con los demás y participar en actividades.
- No te esfuerces en ser feliz. Intenta darte un espacio para tu tristeza, concéntrate en las cosas que te hacen sufrir.
- Come una dieta equilibrada.
- Disfruta de algún placer.
- Hacer ejercicio físico.
- Proponerse objetivos realistas e intentar cumplirlos.
- Dormir las horas que puedas, pero dormir.
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